TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Este viernes se reportó una nueva reyerta en el centro penitenciario «El Pozo» en Ilama, departamento de Santa Bárbara.
De acuerdo a las versiones preliminares, la balacera comenzó después de la una de la tarde y dejó al menos 11 privados de libertad heridos, quienes son integrantes de la Pandilla 18.
Los heridos en el incidente fueron llevados al Hospital Santa Bárbara Integrado, pero se desconocen las identidades y el estado de salud de los mismos.
Los relatos de personas que permanecen en los alrededores de la cárcel El Pozo, dan cuenta que el intercambio de disparos duró entre 10 y 15 minutos e incluso se escucharon detonaciones fuertes como las que emiten las granadas.
Se trata de la tercera balacera en los últimos 13 días y la segunda de esta semana tras el anuncio de un decálogo de medidas para recobrar la gobernabilidad en las cárceles.
Recluso fugado
Al momento de ser atendidos en el Hospital de Santa Bárbara, un recluso herido se escapó y desde ese momento alertaron y comenzaron con la operación de búsqueda. Por ello, despacharon a todo el personal administrativo del hospital.
Se informó que, al parecer, el reo escapó de la ambulancia y el proceso se le facilitó pues estaba sin esposas que le impidiera movilizarse, ya que a los reos heridos los movilizan al hospital sin estos elementos.
Esto provocó una histeria colectiva en el centro hospitalario y en el instante se trabajó en conjunto para hallar al reo, buscando en los alrededores; cerca del hospital hay un río y se desplazaron elementos hasta ahí para corroborar si este huyó por este lugar.
También, se lamentó y denunció no tener los elementos policiales suficientes pues solo hay tres policías para los 10 reos heridos y ahora este que se fugó; hay una desventaja.
Por su parte, la coordinadora de los familiares presos, Delma Ordóñez dijo que lo que ocurre en las cárceles en un claro mensaje a las autoridades para que exista una separación de privados de libertad, especialmente de las estructuras Pandilla 18 y MS-13.
Cuestionó que las medidas anunciadas por la interventora de cárceles son más de lo mismo, es decir lo que se ordena cada vez que ocurren hechos criminales en estos recintos.
“Queremos cambios sustanciales y positivos, que no se violen los derechos humanos, y que no exista únicamente cambio de autoridades”, expresó Ordóñez.
El gobierno hondureño delegó a la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, para que encabezara la intervención del sistema penitenciario tras las reyertas simultáneas del pasado 8 de abril que dejó a un muerto y 11 heridos en cuatro cárceles del país.
Fuerzas Especiales toman control de las cárceles
La viceministra de seguridad, Julissa Villanueva, ordenó a las fuerzas especiales para tomar el control de las cárceles a nivel nacional.
Asimismo, le sugirió a los prisioneros entregar las armas voluntariamente en el patio de los centros penales de Honduras.
“Quiero decirles a los privados de libertad que todavía tienen acceso a la comunicación que nosotros no vamos a confrontar a ningún privado de libertad que esté dentro del marco legal y a las acciones apegadas a la norma”, dijo Villanueva.
“Todo aquel que esté incidiendo a generar crimen y disturbios, y por supuesto a utilizar instrumentos prohibidos, de manera clara y categórica les decimos que vamos a intervenir”, dijo.