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miércoles, noviembre 26, 2025
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Cuenta del Milenio desata choque frontal entre Odir Fernández y Erick Tejada

  • Rector acusa deficiencias en gobernanza; ministro responde señalando “desinformación” en un debate que expone las grietas institucionales del país

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Un intenso cruce de declaraciones sacudió la red social X entre el rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Odir Fernández, y el secretario de Energía, Erick Tejada, luego de que ambos se enfrentaran públicamente por la interpretación de los indicadores de la Cuenta del Desafío del Milenio (MCC).

El enfrentamiento digital, que rápidamente se viralizó, dejó al descubierto no solo una fuerte diferencia de criterios, sino también la tensión política que rodea el tema de la elegibilidad del país para acceder a fondos internacionales.

El origen del conflicto: la “no elegibilidad” señalada por el rector

El intercambio comenzó cuando el rector Fernández publicó un análisis crítico en el que afirmó que la “no elegibilidad” de Honduras para un compacto millonario refleja profundas fallas en gobernanza, transparencia y Estado de derecho.

Según explicó, los indicadores siguen siendo desfavorables porque persisten decisiones sin sustento técnico, una lucha anticorrupción insuficiente y debilidad institucional.

Fernández hizo además un llamado al Gobierno para “rectificar”, señalando la necesidad de políticas basadas en evidencia, planificación y fortalecimiento de instituciones.

Tejada responde: “¿Y el rigor técnico, rector?”

Minutos después, el ministro de Energía, Erick Tejada, reaccionó acusando al rector de “desinformar” sobre los resultados.

“¿La máxima autoridad académica de Honduras hace un X desinformando? ¿Qué pasó rector? ¿Y el rigor técnico? ¡Rectifique estimado!”, cuestionó Tejada.

Pero Fernández replicó con datos puntuales: aunque Honduras aprobó 14 de 22 indicadores, no logró cumplir dos de los llamados “hard hurdles” —Control de la Corrupción y al menos uno de los indicadores de democracia, Derechos Políticos o Libertades Civiles—, requisitos indispensables para optar a un compact.

El rector fue más allá y señaló directamente a la Secretaría de Energía como “uno de los talones de Aquiles” que afectan la evaluación general: “Le invito a trabajar para superar ese indicador”, respondió.

¿Qué significa realmente para Honduras este resultado?

A pesar del cruce político, especialistas como el economista Roberto Lagos coinciden en que Honduras sí obtuvo un avance significativo al superar la mayoría de los indicadores bajo la nueva metodología de evaluación.

Sin embargo, esto no garantiza el acceso a un programa tipo compact, que suele rondar los cientos de millones de dólares.

La probabilidad más realista —según Lagos— es que Honduras sea considerada para un Programa Umbral, una modalidad más limitada, valorada en alrededor de 10 millones de dólares, destinada a impulsar reformas institucionales específicas.

El periodo evaluado corresponde a 2024, pero los resultados fueron publicados hasta 2025, y servirán para determinar asignaciones potenciales para 2026.

Un avance técnico, un retroceso político

Aunque el nuevo desempeño marca un retorno a niveles de cumplimiento que Honduras no alcanzaba desde 2009, el debate entre Fernández y Tejada deja en evidencia la profunda fractura política que rodea el tema.

La discusión, lejos de centrarse únicamente en datos técnicos, ha escalado hacia cuestionamientos personales y señalamientos institucionales.

Con un país polarizado y un gobierno que celebra el avance como un logro propio, la controversia exhibe nuevamente cómo los indicadores internacionales pueden convertirse en un terreno de disputa política más que en una oportunidad para fortalecer la institucionalidad.

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