TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Dejando por fuera a quienes presiden los dos organismos electorales, en medio de un ambiente de alta tensión política y creciente desconfianza en el proceso electoral, la Cancillería de Honduras designó al consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, y al magistrado del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mario Morazán, para representar al país en la sesión extraordinaria convocada por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La reunión está programada para el martes 25 de noviembre a las 2:30 de la tarde, tras la solicitud de varios países miembros que pidieron analizar con urgencia la situación electoral hondureña, marcada por pugnas internas en el CNE, denuncias de manipulación y reclamos de falta de transparencia.
Una designación que genera más preguntas que respuestas
La decisión quedó formalizada en una nota verbal enviada por Cancillería a la Misión Permanente de Honduras ante la OEA, donde se pidió incluir a Ochoa y Morazán como panelistas oficiales en la agenda del Consejo Permanente.
“La Misión Permanente de Honduras ante la Organización de los Estados Americanos solicita incorporar a la orden del día la participación del consejero del CNE, Marlon Ochoa, y del magistrado del TJE, Mario Morazán”, señala el documento diplomático.
El movimiento ha generado inquietud dentro y fuera del país, ya que ambos funcionarios han sido cuestionados por sectores políticos y sociales.
Ochoa ha sido señalado por bloquear votaciones cruciales dentro del CNE, mientras que Morazán ha sido criticado por resoluciones consideradas favorables al oficialismo.
Que sea precisamente Cancillería —bajo el control directo del Ejecutivo— la que los designe como voceros ante la comunidad internacional aumenta las sospechas de un intento por influir en la narrativa que la OEA reciba sobre la crisis electoral.
La OEA entra en modo de alerta por Honduras
La solicitud de varios países para convocar una sesión extraordinaria muestra el alto nivel de preocupación internacional respecto al rumbo del proceso electoral hondureño, a solo días de los comicios del 30 de noviembre.
El organismo evalúa:
• La falta de consensos dentro del CNE
• La tensión creciente entre autoridades electorales
• Las denuncias de manipulación y uso político de instituciones
• La incertidumbre sobre la transmisión de resultados
En este contexto, la presencia de Ochoa y Morazán podría ser interpretada como una señal de que el Gobierno busca blindar su versión oficial ante las crecientes críticas.
A las puertas de una elección crítica
Honduras se acerca a una elección considerada una de las más delicadas de los últimos años.
Las garantías de transparencia, la neutralidad de las instituciones y la vigilancia internacional serán determinantes para evitar un colapso de confianza.
La sesión del 25 de noviembre tendrá un peso decisivo en cómo la comunidad internacional evalúa la actuación del Gobierno y de los órganos electorales.












