TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La discusión y votación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el ejercicio fiscal 2024 está generando preocupaciones en el Congreso Nacional, ya que la falta de consensos podría desencadenar una nueva crisis política en el país.
A criterio del analista en temas económicos, Luis Guifarro, expresidente del Colegio de Economistas (CHE), «esto se añadiría a una situación de crisis en la institucionalidad del país, ya que el presupuesto debe entenderse como un plan de gobierno para desarrollar durante un año».
La incertidumbre se agrava debido a que, en caso de que el presupuesto no sea aprobado, la Constitución obligaría al Gobierno a imponer que se trabaje con el presupuesto de 2023.
El pasado 11 de septiembre, la Secretaría de Finanzas entregó al Congreso Nacional el proyecto del Presupuesto General de Ingresos y Egresos 2024, con un monto que asciende a los 406 mil 580 millones de lempiras.
Sin embargo, la baja ejecución del presupuesto vigente, que hasta julio de 2023 alcanzaba solo el 43.24 % de los más 394 mil 111 millones de lempiras asignados, ha desencadenado preocupaciones en cuanto a la aprobación del nuevo presupuesto.
Tomás Zambrano, jefe de bancada del Partido Nacional, señaló en entrevista con tunota.com que están evaluando minuciosamente el proyecto remitido y recordó que el presupuesto del año pasado no fue apoyado debido a los excesos en diversos rubros.
«No lo acompañamos porque tenía demasiados excesos y este va en la misma línea», expresó Zambrano.
El presupuesto del 2023 contó con el respaldo del Partido Liberal durante su aprobación, no obstante, para el del próximo año el panorama sería distinto.
Mario Segura, jefe de bancada del Partido Liberal, expresó su inquietud sobre la posibilidad de obtener los votos necesarios.
“Siento que el Presupuesto va a ser otro tema bien difícil, creo que Libre tendrá que replantear su acción para buscar los consensos, recordemos que son 65 votos, pero, así como están cambiadas las cosas pienso que ni esos votos tienen”.
Por su parte, Luis Guifarro acentuó que el riesgo principal radica en que el presupuesto del 2024 podría ser percibido como desmedido por parte de la ciudadanía y los expertos, lo que aumentaría el descontento público, y llamó a los políticos a los consensos.
“Es necesario evitar que Honduras se vea sumida en una nueva crisis en la institucionalidad pública a raíz del presupuesto”, manifestó.