Francisco Oropeza, de 39 años, identificado como el autor de la masacre en un pueblo de Cleveland, condado de San Jacinto donde cinco hondureños perdieron la vida, se ha convertido este día en el hombre más buscado en Texas.
El mexicano era vecino de las víctimas, a quienes mató con disparos en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una “ejecución”.
Decenas de agentes se han unido para buscar y detener a Oropeza, antes de que escape por el brutal crimen que ha sacudido al estado.
Amante de las armas
El sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, explicó que, Francisco Oropeza era conocido en el vecindario porque le gustaba disparar en el jardín de su casa con un fusil AR-15.
Este es el mismo tipo de arma que utilizó para quitarle la vida a sus vecinos, los hondureños que hoy se suman a la lista de víctimas mortales de masacres en Estados Unidos.
Según explicó Capers, el sospechoso irrumpió en la vivienda de sus vecinos después de que ellos le pidieran que dejara de disparar en el jardín con su fusil porque era muy tarde y un bebé estaba intentando dormir.
La oficina del sheriff tiene en su poder la tarjeta consular del sospechoso y también tiene un vídeo en el que se le ve caminando hacia la casa de sus vecinos para dispararles.
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Las autoridades estadounidenses están ofreciendo una recompensa de 5 millones de dólares a quien tenga información que conduzca al arresto del autor del tiroteo, indicó en Facebook la Oficina del Alguacil del condado de San Jacinto.
Capers dijo a la cadena de radio NPR que los agentes están buscando al autor del tiroteo “cada minuto de cada hora” y esperan encontrarlo pronto.
De acuerdo a la cadena CNN, el sospechoso está a unos 20 kilómetros de donde ocurrió el suceso, en una zona boscosa, y la policía le tiene rodeado.