• El periódico castrense se alinea con la narrativa oficialista sobre “fracaso” del simulacro electoral y escala confrontación contra medios y opositores, pese a su obligación constitucional de neutralidad
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un nuevo episodio que intensifica la fricción institucional en plena antesala electoral, las Fuerzas Armadas de Honduras, a través de su plataforma digital, han adoptado abiertamente el discurso del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre), replicando la narrativa sobre el presunto “fracaso” del simulacro electoral denunciado por la candidata presidencial oficialista Rixi Moncada y su círculo cercano.
En la portada del diario castrense se destaca el titular principal de cinco columnas: “FFAA participa en simulacro de traslado, transporte y vigilancia del material electoral en todo el país”.
No obstante, en uno de los llamados secundarios, la publicación respalda la postura oficialista señalando: “Fracasa simulacro realizado por el CNE”, frase casi idéntica a la empleada por Moncada y el consejero del CNE, Marlon Ochoa, quienes acusaron deficiencias en el proceso organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La intervención del medio militar —financiado con fondos públicos— vuelve a colocar en la mesa el debate sobre la supuesta neutralidad de las FFAA, especialmente cuando la Constitución establece que la institución debe mantenerse al margen de disputas partidarias.
Escalada contra la prensa: militares llaman “sicarios” a periodistas
La postura editorial del medio castrense no solo ha reforzado el relato político del oficialismo, sino que también ha protagonizado ataques directos a la prensa independiente.
En fechas recientes, portadas digitales del diario militar utilizaron el término “sicarios” para referirse a periodistas hondureños, un lenguaje que ha provocado fuerte rechazo y alarma en el gremio.
Este tono hostil se suma a una creciente confrontación impulsada por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, quien ha protagonizado choques públicos con actores de oposición, autoridades electorales y medios de comunicación.
Señalamientos graves y acusaciones sin pruebas
La semana pasada, Hernández acusó a medios del Grupo OPSA de dirigir una “campaña disfrazada de cobertura periodística”, que, según él, sería una represalia por negocios fallidos entre dicha corporación y empresas del Instituto de Previsión Militar.
El alto mando militar también afirmó que estos ataques forman parte de un supuesto “entramado donde actores públicos y privados se confunden con estructuras del crimen organizado”, insinuaciones que han encendido alarmas en el contexto electoral por carecer de evidencia pública y provenir de una institución armada.
Medios y organismos internacionales responden
Ante estas declaraciones, los diarios La Prensa y El Heraldo respondieron públicamente este lunes mediante la columna titulada “Prensa responde a los ataques de Roosevelt con periodismo: ‘No vamos a callarnos’”, enfatizando que la labor periodística no se detendrá frente a intentos de intimidación.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también se pronunció, condenando los señalamientos del jefe militar contra el empresario y presidente de Grupo OPSA, Jorge Canahuati, e instando a respetar la libertad de prensa y el rol fiscalizador de los medios.
Institución bajo cuestionamiento
Con estas actuaciones, las Fuerzas Armadas se encuentran nuevamente en el ojo del huracán, justo cuando el país exige garantías de imparcialidad en un proceso electoral determinante.
Su incursión en la contienda discursiva y los ataques a la prensa refuerzan temores históricos sobre la influencia militar en la política hondureña y el riesgo de retrocesos democráticos.
Mientras la tensión crece, la institución castrense enfrenta un escrutinio mayor: ¿mantendrá la neutralidad constitucional o continuará actuando como actor político en un momento decisivo para la democracia hondureña?








