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domingo, octubre 13, 2024
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Funeral de Estado de la reina Isabel II en la Abadía de Westminster

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El arzobispo de Canterbury dio un discurso Justin Welby en el que destacó la obra de la monarca y señaló que muy pocos líderes reciben el caudal de amor visto por la reina.

El funeral de Estado de la reina Isabel II tuvo lugar este mediodía (5 de la mañana hora del centro de México), luego de que el féretro con sus restos fuese trasladado a la Abadía de Westminster desde el Parlamento.

El cortejo fúnebre estuvo acompañado a pie por el rey Carlos III y otros miembros de la familia real, incluido el príncipe William, primero en la línea de sucesión al trono.

El féretro, cubierto por el estandarte real y con la corona imperial, circuló sobre el mismo carro de armas que ya transportó los restos del padre de la reina, Jorge VI, y de otros antiguos monarcas y dirigentes como el primer ministro Winston Churchill. Junto al carro van 142 miembros de la Marina Real.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dio un discurso en el que destacó la obra de la reina y señaló que muy pocos líderes reciben el caudal de amor visto por la reina.

“Aquellos que sirven serán amados y recordados por más tiempo que aquellos que se aferran al poder y los privilegios son olvidados”, aseguró.

“Las personas que dan un servicio de amor son poco comunes en cualquier ámbito de la vida. Los líderes que dan un servicio de amor son todavía más raros”, resaltó el arzobispo, que puso a Isabel II como símbolo político y también de fe. No en vano, la corona británica lleva asociada también la jefatura de la iglesia anglicana.

“Todos los que hemos seguido el ejemplo, la inspiración y la fe en Dios de la reina podemos decirle: ‘Nos veremos de nuevo”, remarcó Welby.

Posteriormente, fue entonado el mismo tema que se compuso para la coronación de Isabel II en 1953.

Las lecturas corrieron a cargo de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, y la secretaria general de la Commonwealtlh, Patricia Scotland, mientras que también participaron diversos representantes religiosos de todo Reino Unido.

La ceremonia terminó con dos minutos de silencio extensibles a todo el país. En pie, los dos mil invitados mostraron sus respetos hacia una figura que ha visto pasar a 15 primeros ministros por Downing Street y que está considerada un símbolo de las monarquías a nivel global.

El himno, rebautizado como Dios salve al Rey, y la música tocada por el gaitero de la reina sirvieron como colofón al acto.

El féretro partió hace unos momentos en un cortejo fúnebre hacia el Arco de Wellington, donde estará esperando la carroza que trasladará los restos de la reina al castillo de Windsor, en el que ya hay reunida una multitud.

Se espera que la carroza llegue en un par de horas y sea introducido en la capilla de San Jorge, donde el deán oficiará un servicio religioso, en presencia de unas 800 personas.

La televisión pública española transmite en estos momentos en vivo el cortejo fúnebre de la reina Isabel II.

El funeral de Estado en memoria de Isabel II y el posterior entierro de la difunta reina simbolizarán el ultimo adiós de Reino Unido a quien ha sido su máxima institución desde 1952. La era isabelina tendrá su final definitivo con este funeral tras la multitudinaria asistencia a la capilla ardiente en el Palacio de Westminster y en una ciudad blindada.

Isabel II murió el 8 de septiembre en su castillo de Balmoral (Escocia), después de que su salud se viese resentida en estos últimos meses y apenas dos días después de nombrar primera ministra a la conservadora Liz Truss. La reunión entre ambas fue la última imagen pública de la reina.

Habían pasado 70 años desde el fallecimiento del anterior rey, Jorge VI, y aunque la mayor parte de la ciudadanía no vivió los fastos de entonces, el Gobierno y la Casa Real contaban con un protocolo detallado que determinaba qué hacer en los diez días posteriores a la muerte de Isabel II.

Entre quienes asisten están los reyes españoles Felipe y Letizia, los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, así como la totalidad de las casas reales europeas y líderes de la Commonwealth y de otros países que se sienten especialmente cercanos a Reino Unido, por ejemplo el estadounidense Joe Biden o el francés Emmanuel Macron.

En representación de la UE acudió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. En el caso de México, el canciller Marcelo Ebrard y su esposa Rosalinda Bueso acuden al funeral en representación del gobierno.

El reparto de invitaciones correspondió al Gobierno británico, que se reservó el derecho de vetar a ciertos países atendiendo a criterios políticos. No pueden acudir Rusia, Bielorrusia, Birmania, Afganistán, Venezuela y Siria, mientras que países como Irán o Corea del Norte sí podrán enviar a alguien, pero a nivel de Embajada.

La Abadía de Westminster como símbolo

La elección de la Abadía de Westminster como escenario del funeral ya es en sí mismo un símbolo, puesto que el templo no acoge un acto de este tipo desde 1760, tras el fallecimiento de Jorge II. La propia Isabel II habría elegido esta abadía, que ya fue testigo de su boda y de su coronación, para facilitar una asistencia masiva.

El funeral tras la muerte del marido de Isabel II, el príncipe Felipe, se celebró en la capilla de San Jorge, en Windsor, en un ambiente íntimo, aunque sí se organizó una misa posterior en la Abadía de Westminster a la que asistió la entonces reina. Su imagen solitaria por las restricciones de la pandemia de Covid-19 dio la vuelta al mundo.

Sí se celebraron en Westminster, en cambio, los funerales de la madre de Isabel II, en 2002, y de la princesa Diana, en 1997, a pesar de que esta última ya no estaba casada por entonces con el ahora rey.

Traslado a Windsor

El funeral de Isabel II concluirá con dos minutos de silencio que se hacen extensibles a todo el país, como un último acto antes de que se inicie un nuevo cortejo fúnebre a la salida de la Abadía de Westminster. Los miembros de la familia real acompañarán de nuevo el féretro, en este caso hasta el Arco de Wellington, donde estará esperando el coche fúnebre.

Pasadas las 15:00 horas, el convoy llegará a Windsor y, poco antes de las 16:00, el féretro con los restos de Isabel II será cargado de nuevo para introducirlo en la capilla de San Jorge. El deán de Windsor oficiará un servicio religioso, en presencia de unas 800 personas.

El entierro tendrá lugar a las 19:30 y el Gobierno ha especificado que será una ceremonia privada. Los restos de Isabel II reposarán junto a los de su marido, el príncipe Felipe, que falleció en abril de 2021 y fue inhumado inicialmente en una sepultura provisional a la espera del fallecimiento de la reina.

Desafío de seguridad sin precedentes

La capital británica ha sido durante estos últimos días una ciudad parcialmente paralizada en su zona centro por las colas masivas para entrar a la capilla ardiente. Miles de policías han vigilado el correcto desarrollo de una espera que, para algunas personas, ha supuesto estar prácticamente un día a la intemperie.

La Policía Metropolitana tiene asumido que el funeral de Estado será “el mayor evento único” a nivel de fuerzas de seguridad que se haya celebrado nunca en Londres. El subcomisario de Scotland Yard, Stuart Cundy, reconoció que los desafíos a nivel operativo son “enormemente complejos”, superiores a los de los festejos por el reciente Jubileo de Diamante de Isabel II o incluso de los Juegos Olímpicos de 2012.

Las autoridades han instado a los ciudadanos a limitar sus movimientos este lunes, ya que varias estaciones de metro permanecerán cerradas. Numerosas empresas han anunciado el cierre de tiendas y otros establecimientos este lunes, declarado día festivo por orden de Carlos III.

También se anunciaron incidencias en el tráfico aéreo coincidiendo con el funeral, lo que ha provocado que sólo en el aeropuerto de Heathrow, uno de los grandes aeródromos de Europa, se hayan cancelado más de un centenar de vuelos.

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