TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Ante los múltiples problemas que ha enfrentado el proceso de las elecciones generales del pasado 30 de noviembre en Honduras, el analista Luis León dijo este domingo a EFE que el país necesita retirar a los partidos políticos la responsabilidad del conteo de votos, para evitar que cada cuatro años los comicios sean empañadas por denuncias de «fraude».
Para retirar a los políticos de los escrutinios, hace falta una nueva ley electoral que restaure la confianza en el sistema electoral, subrayó León.
Los entes electorales del país, integrados por representantes de los partidos mayoritarios, han perdido credibilidad entre la población porque todos los comicios, desde que el país retornó al orden constitucional en 1980, han sido salpicados por denuncias de «fraude», pese a algunos avances orientados a que haya transparencia en el proceso.
Esta situación se ha mantenido en los comicios generales del 30 de noviembre pasado, cuyos resultados aún no se conocen porque un escrutinio especial de 2.792 actas con inconsistencias, que se debió iniciar el pasado día 13, comenzó con cinco días de retraso en un ambiente de incertidumbre y suspicacia, además de tenso y agresivo en el Centro Logístico Electoral (CLE), según denuncias de las consejeras Ana Paola Hall (presidenta del Consejo Nacional Electoral, CNE) y Cossette López.
León señaló que las actas con inconsistencias sometidas al recuento podrían representar cerca de 900.000 votos, suficientes para mantener o alterar los resultados preliminares, y que su revisión correcta contribuirá a reducir las denuncias de fraude planteadas por Salvador Nasralla, candidato del conservador Partido Liberal y segundo en las votaciones, y el gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), cuya candidata, Rixi Moncada, está relegada a un lejano tercer lugar.
El escrutinio especial definirá al ganador en la cerrada contienda por la presidencia del país entre Nasry ‘Tito’ Asfura, del también conservador Partido Nacional, quien es apoyado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Nasralla.
Según los resultados oficiales preliminares del CNE, hasta anoche, Asfura sumaba 1.369.370 votos (40,29 %), y Nasralla 1.344.586 sufragios (39,57 %), con una diferencia de apenas 24.784 papeletas, con el 99,87 % de las actas escrutadas. Rixi Moncada sigue en tercer lugar con 650.155 votos (19,13 %).
Legitimidad del escrutinio
El analista Josué Murillo indicó a EFE que los partidos y la institucionalidad «nos han fallado miserablemente a lo largo de esta contienda electoral».
La legitimidad del escrutinio especial dependerá de que el ente electoral actúe con «celeridad, rigurosidad técnica y sin interferencias políticas», lo que permitirá que quien asuma la Presidencia lo haga respaldado por «el voto del soberano» y «no por componendas políticas ni triquiñuelas».
Aunque el Partido Libre, cuyo coordinador es el expresidente Manuel Zelaya, «no reconoce» los resultados de las elecciones, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, aseguró el jueves que «respetará» al ganador que oficialice el CNE y adelantó que la transición, prevista para el 27 de enero de 2026, se realizará de manera «pacífica».
Los hondureños concurrieron a las urnas para elegir un presidente, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldías, 128 diputados para el Parlamento local y 20 para el Parlamento Centroamericano.
Con información de EFE








