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jueves, noviembre 27, 2025
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Isis Cuéllar hace campaña sin control mientras el “Cheque Video” sigue impune

  • Pese al grave escándalo que la vincula al uso de fondos públicos para campaña, la congresista de Libre recorre occidente en busca de votos mientras la justicia guarda silencio y el Congreso la mantiene con salario.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Sin inmutarse por el escándalo del “Cheque Video” y respaldada por la inacción de los entes de justicia, la diputada oficialista Isis Cuéllar continúa recorriendo el occidente del país en abierta campaña para lograr su reelección en el Congreso Nacional.

Lejos de mantener un perfil bajo tras su vinculación en uno de los casos más comprometedores de presunto uso indebido de fondos públicos, la congresista intensifica su presencia en comunidades de Copán, donde promueve candidaturas locales y pide abiertamente el voto para el Partido Libertad y Refundación (Libre).

A través de sus redes sociales, Cuéllar exhibe las obras que atribuye al actual gobierno y motiva a las estructuras partidarias a cerrar filas de cara a las elecciones.

En cada publicación reafirma su confianza en lo que llama “la segunda gran victoria de Libre”, y promete defender “cada voto y cada acta”, pese a que su propia conducta electoral está bajo cuestionamientos.

Una campaña activa bajo el manto de la impunidad

La diputada reapareció en sus plataformas digitales después de meses de silencio mediático, mientras el caso del “Cheque Video” —en el que aparece junto al exministro de Desarrollo Social, José Carlos Cardona— sigue sin avances judiciales.

El video, ampliamente difundido, mostraba conversaciones donde ambos reconocían el uso de recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para actividades de campaña, una práctica prohibida por la ley y considerada una forma de corrupción electoral.

A pesar de la gravedad de las revelaciones, Cuéllar no enfrenta procesos formales ante el Ministerio Público ni sanciones administrativas.

Más aún, el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, le otorgó un permiso con goce de salario poco después del escándalo, una decisión ampliamente criticada por sectores de sociedad civil que ven en ello un blindaje institucional para evitar consecuencias políticas o legales.

Un caso emblemático del debilitamiento institucional

La ausencia de acciones concretas por parte de las autoridades judiciales y administrativas ha convertido el caso de Cuéllar en un símbolo del debilitamiento institucional y la falta de rendición de cuentas en Honduras.

Mientras organismos nacionales e internacionales exigen elecciones limpias y transparentes, la imagen de una diputada investigada por mal uso de fondos públicos que continúa haciendo campaña sin restricciones golpea la credibilidad del proceso electoral.

Organizaciones de veeduría ciudadana han advertido que mantener en carrera política a personas señaladas por corrupción desafía los esfuerzos por fortalecer la integridad del sistema democrático y transmite el mensaje de que las irregularidades no tienen consecuencias.

Rumores de victoria en Libre y silencio desde el Estado

Cuéllar ha centrado su discurso en un triunfo seguro de Libre el próximo 30 de noviembre, asegurando que el oficialismo está listo para “defender las urnas”.

Sin embargo, la falta de pronunciamientos del Poder Judicial, del Ministerio Público y de la dirección legislativa evidencia una preocupante pasividad estatal frente a un caso que, por su naturaleza, debería investigarse con prioridad.

Mientras tanto, la congresista continúa su gira política por el occidente, sumando respaldo de estructuras locales y evitando toda alusión pública al escándalo que la llevó a los titulares meses atrás.

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