- El economista señala que los ciclos electorales generan incertidumbre que reduce la productividad nacional y recuerda que las crisis políticas del pasado han tenido severos impactos en el crecimiento económico.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El economista Julio Raudales alertó sobre los efectos negativos que la “zozobra política” —un fenómeno recurrente en los años electorales hondureños— tiene sobre la economía nacional.
Según el experto, la constante incertidumbre política provoca una caída en la productividad y agrava los problemas estructurales del país, como la pobreza.
“Sigue siendo muy complicado el tema político en el país, sobre todo en años electorales. Cada vez que se cumple el ciclo, es decir, cada año que tenemos una elección tanto interna como general, en el país hay una zozobra, y esto mengua la productividad del hondureño”, advirtió Raudales, quien ha sido un observador constante de la relación entre gobernanza y desarrollo.
El economista explicó que este ambiente de incertidumbre política genera descuido en las actividades productivas, debilitando los indicadores económicos.
“Por más que el gobierno diga que somos resilientes, porque el Fondo Monetario lo dijo, tenemos que trabajar fuertemente en la gobernanza para que haya más estabilidad y menos problemas de índole político”, subrayó.
Las lecciones del pasado: cuando la política detuvo la economía
Raudales ilustró sus advertencias con un repaso de los episodios más críticos de las últimas décadas, en los que la inestabilidad política tuvo consecuencias directas sobre el crecimiento económico:
- 2009: la crisis política derivada de la ruptura institucional provocó una caída de casi el 3% del Producto Interno Bruto (PIB).
- 2013: la destitución de magistrados generó un nuevo ambiente de tensión e incertidumbre con efectos negativos en la inversión y el empleo.
- 2017: la crisis postelectoral por la reelección presidencial trajo tremendas pérdidas en la producción nacional, afectando especialmente al comercio y la industria.
En contraste, Raudales consideró que las elecciones pacíficas de 2021 fueron una excepción positiva que permitió cierta estabilidad económica.
Sin embargo, advirtió que “a pesar de la calma de aquel proceso, hoy vuelve a sentirse la zozobra que históricamente acompaña a los años electorales”.
Gobernanza y estabilidad: claves para el crecimiento
El economista enfatizó que la gobernabilidad es el principal motor para mantener el dinamismo económico.
“La estabilidad es un factor indispensable para que el país produzca, invierta y genere empleo. Cuando la política se convierte en un obstáculo, la economía se detiene”, expresó.
Asimismo, instó a los actores políticos a priorizar el diálogo y la responsabilidad sobre la confrontación, especialmente en un contexto en el que la pobreza y el desempleo siguen afectando a millones de hondureños.
“No hay una prueba indubitable de que la democracia contribuye positivamente al crecimiento económico, pero intuitivamente sí podemos ver que lo que sí impacta positivamente a la economía de un país es la estabilidad”, concluyó Raudales.