Miami- El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por su sigla en inglés) de EE.UU. mantiene este sábado la atención en cuatro sistemas de baja presión en la cuenca atlántica, uno de los cuales muy probablemente se convertirá este fin de semana en una depresión tropical pero de «corta duración».
De acuerdo a un boletín matutino del centro meteorológico, una amplia área de baja presión ubicada a unos cientos de kilómetros al oeste de las islas africanas de Cabo Verde cuenta con «condiciones ambientales propicias» que le permitirían convertirse en una depresión tropical este fin de semana.
Este sistema, que cuenta con un 70 % de convertirse en depresión en las próximas 48 horas, será de corta duración, según el NHC, ello debido a que hacia mitad de semana aumentarán vientos cortantes superiores que afectarán su desarrollo.
Por ahora, produce fuertes lluvias y tormentas, y se mueve hacia el noroeste a unos 10 kilómetros por hora.
También produce chubascos y tormentas eléctricas desorganizadas, una «vaguada alargada de baja presión» ubicada entre Cabo Verde y las Antillas Menores, que no obstante es poco probable que tenga algún grado de progresión en el transcurso de los próximos dos días.
Los meteorólogos del NHC vigilan además una tercera área de baja presión ubicada al este-sureste de las Antillas Menores que se mueve a unos 24 km/h con dirección oeste-noroeste, y que puede tener una progresión gradual hasta convertirse en una depresión tropical hacia mediados de la próxima semana.
Por otra parte, la próxima semana podría formarse al oeste del golfo de México una amplia zona de baja presión a partir de «un área de perturbación climática» que actualmente se halla al noroeste del centro de Bahamas.
Este sistema tendrá un «desarrollo lento» pero podría transformarse en una depresión tropical a medida que se aproxime a la costa oeste del golfo de México hacia mediados de la próxima semana.
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica va del 1 de junio al 30 de noviembre.
Hasta el momento se han formado cinco tormentas tropicales y una de ellas, Don, se convirtió en julio pasado en un huracán de categoría 1 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
En una actualización difundida el pasado 10 de agosto, la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA, por su sigla en inglés) de EE.UU. incrementó su pronóstico para este año y vaticinó una temporada de huracanes en el Atlántico «por encima de lo normal», con la formación de entre 14 y 21 tormentas tropicales, de las cuales entre 6 y 11 serían huracanes.
En la costa del Pacífico, los meteorólogos estadounidenses vigilan el desarrollo del huracán Hillary, con vientos máximos sostenidos de 215 km/h y a unos 390 km. al oeste-suroeste de Baja California (México).
Hillary tiene en alerta a ciudades estadounidenses como San Diego y Los Ángeles, en el sur de California, que este fin de semana podrían sufrir lo efectos de este ciclón y en donde por primera vez los meteorólogos de EEUU han emitido una alerta de tormenta tropical.
Con información de EFE