• El arzobispo de San Pedro Sula exhortó a los ciudadanos a participar activamente en las elecciones del 30 de noviembre y pidió respeto a la voluntad popular en un país marcado por la desconfianza hacia la clase política.
SAN PEDRO SULA, HONDURAS.
A 57 días de las elecciones generales, el arzobispo de la arquidiócesis de San Pedro Sula, monseñor Miguel Lenihan, hizo este sábado un llamado contundente a la población hondureña para que salga a votar masivamente el próximo 30 de noviembre, subrayando que ejercer el sufragio es una forma de construir esperanza y recuperar la confianza en el país.
Durante su mensaje, el líder religioso reconoció que la desconfianza hacia la clase política ha provocado una baja participación ciudadana en los últimos procesos electorales.
“Aunque el censo electoral supera los seis millones de hondureños, sólo un poco más de tres millones ejercen el voto. Esto es reflejo de la desconfianza que existe en la clase política”, expresó monseñor Lenihan.
No obstante, instó a la población a no dejarse vencer por el desencanto, y a salir a ejercer su derecho al voto con determinación y esperanza, enfatizando que solo a través de la participación masiva se puede fortalecer la democracia y abrir caminos hacia el cambio.
“Pidamos a Dios que todos los hondureños salgamos a votar de manera responsable, y que se respete la voluntad popular del pueblo de Honduras”, añadió.
El llamado de monseñor Lenihan se suma al de diversos sectores sociales, empresariales y religiosos que en las últimas semanas han insistido en la importancia de una participación ciudadana masiva y pacífica en los próximos comicios, donde se elegirá a un presidente, tres designados presidenciales, 298 alcaldes, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 al Parlamento Centroamericano.
Honduras, con una población cercana a los diez millones de habitantes, mantiene una de las tasas de abstencionismo más altas de la región.
De acuerdo con datos de procesos anteriores, solo la mitad de los ciudadanos habilitados para votar acude a las urnas, un fenómeno que diversos analistas vinculan a la pérdida de credibilidad en las instituciones políticas y electorales.
El mensaje del prelado llega en un contexto de alta expectación y polarización política, y busca —según sectores religiosos— motivar al electorado a participar activamente y exigir respeto a la decisión soberana del pueblo hondureño.