• En su primera entrevista tras ser declarado ganador, el presidente electo habló con CNN sobre elecciones, política exterior, seguridad, China, Venezuela y el caso Juan Orlando Hernández
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El presidente electo de Honduras, Nasry Juan Asfura Zablah, concedió su primera entrevista internacional luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declarara ganador de las elecciones generales el pasado 24 de diciembre.
En conversación con CNN, Asfura abordó los principales ejes de su agenda: reformas electorales, relaciones exteriores, seguridad, migración y economía, de cara al gobierno que iniciará el 27 de enero de 2026.
Reconoce fallos y abre la puerta a reformas
Asfura admitió que el proceso electoral presentó “muchos fallos” que deben corregirse y sostuvo que la Ley Electoral requiere reformas.
“No puedo ver hacia atrás; tengo que ver un futuro en los próximos cuatro años y cumplirle a la gente”, expresó, al tiempo que defendió la actuación de las consejeras del CNE y subrayó que evitó proclamarse ganador antes de tiempo “para darle paz y confianza a Honduras”.
Sobre la transmisión de resultados, señaló que la empresa fue seleccionada por los consejeros y cumplía requisitos, aunque reconoció errores que deben ser investigados y corregidos: “Hubo problemas y hay que corregirlos”.
Responde a Nasralla y pide continuar el proceso
Consultado por los cuestionamientos del excandidato Salvador Nasralla, Asfura dijo respetar su posición y llamó a que el proceso continúe con las declaratorias pendientes de alcaldías y diputaciones. “Me puedo sentir muy satisfecho con mi equipo”, afirmó.
EE.UU., socio clave: TPS, empleo y competitividad
El mandatario electo enfatizó que Estados Unidos es el principal socio comercial del país y destacó la importancia del TPS para más de 55 mil hondureños, las remesas y los aranceles para competir mejor.
Sobre el respaldo del presidente Donald Trump, dijo que fue “espontáneo” y reafirmó su enfoque en empleo, inversión y acuerdos que beneficien a Honduras.
También confirmó contactos con el secretario de Estado Marco Rubio y manifestó su interés en profundizar el diálogo bilateral sobre migración, producción y exportaciones.
China y Taiwán: cautela y análisis
Aunque en campaña insinuó un cambio en la política hacia la China, Asfura evitó definiciones tajantes.
Aseguró que analizará compromisos y tomará decisiones “donde más convenga a Honduras”, priorizando estabilidad y seguridad para los hondureños en EE. UU.
Venezuela, Nicaragua y la región
Fue más enfático al referirse a Venezuela, señalando que donde no hay democracia es difícil sostener relaciones.
Sobre Nicaragua, indicó que mantuvo comunicación con Daniel Ortega y Rosario Murillo, enfocada en la paz y la estabilidad regional.
Agregó que conversó con el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, sobre inversión bilateral, y confió en dialogar próximamente con Nayib Bukele.
En cuanto al conflicto en Gaza, abogó por la paz.
Caso Juan Orlando Hernández: sin injerencias
Sobre el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, Asfura fue claro: no le corresponde intervenir.
“El indulto es potestad del presidente de EE UU, el expresidente tendrá que evaluar sus problemas. Yo no soy la justicia en Honduras y solo gobernaré el país, la justicia es la que debe resolver esos problemas. Debo ser un facilitador para la inversión y cada quien debe de tener el respeto a la institucionalidad y tampoco la intromisión, que cada poder se respete entre sí. No soy la justicia, la justicia tiene que evaluar. Él tiene que defenderse y enfrentar a la justicia, solo soy un presidente y cada institución debe de hacer su trabajo”.
Asfura confirmó un saludo reciente con la exprimera dama Ana García.
Seguridad: fin del estado de excepción
En materia de seguridad, adelantó que no continuará el estado de excepción durante su mandato.
Apostó por fortalecer instituciones, impulsar inversión y empleo, y garantizar seguridad jurídica como base para reducir la criminalidad.
“Vamos a trabajar con todos los alcaldes, sin fijarnos en afiliación política”, aseguró.
Asfura cerró diciendo: “Hay que convertir cuatro años de gobierno como si fueran ocho y dar respuesta porque el país ya no espera”.
Su toma de posesión está programada para el 27 de enero de 2026 y ya se confirmó que no se realizará en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, en línea con un enfoque de austeridad.








