TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La presidenta Xiomara Castro, anunció este domingo «una intervención dura» en los centros penales del país, luego de una reyerta simultánea que retrató la ingobernabilidad del sistema penitenciario.
«Voy a poner mano dura y orden en las cárceles, hasta transformarlas en centros penales de rehabilitación, no en escuelas del crimen y tortura como lo que he heredado», pronunció.
La presidenta dijo que este lunes 10 de abril anunciará los nombramientos y las primeras medidas de emergencia y resaltó que «lo que importa son los resultados».
«La intervención será dura, pero respetuosa de la humanidad, de los encausados, sus familiares y defensores. El crimen se combate desde la prevención, no solo con el castigo», externó Castro.
Asimismo, reconoció el esfuerzo de la Policía Nacional, quien administra actualmente los 25 centros penales del país, al tiempo que volvió a repetir que intervendrá enérgicamente las cárceles.
Reyertas y acciones
Durante el Sábado de Gloria, una persona murió y otras siete resultaron heridas en cuatro amotinamientos y tiroteos simultáneos, presuntamente entre miembros de la pandilla Barrio 18 y la Mara Salvatrucha MS-13.
Los hechos se registraron en las cárceles de Ilama, en Santa Bárbara (occidente), llamada «El Pozo I»; así como en la de Morocelí, en El Paraíso (oriente), conocida como «La Tolva».
Y dos cercanas a Tegucigalpa, la capital de Honduras, en el El Porvenir, a la que se le denomina «El Pozo II» y en el Centro Penitenciario de Támara, respectivamente.
Los amotinamientos en las cárceles de máxima seguridad de Honduras se han vuelto más frecuentes en los últimos años, y desde 2019 a la fecha, al menos 180 reos han muerto en reyertas causadas por la guerra interna de las maras y pandillas que operan en el país, según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
Honduras cuenta con 25 centros penales, en los que hay unos 19,700 mil privados de libertad, pero el nivel de hacinamiento es de un 70%, siendo este uno de los problemas que genera violencia entre los reclusos.
Recientemente, la presidenta Xiomara Castro instruyó quitar el control de las cárceles del país a las Fuerzas Armadas y dárselo a la Policía Nacional.
Asimismo, el Gobierno de Honduras anunció la construcción de dos cárceles aisladas: una en las Islas del Cisne, en el Caribe, y otra en la selva de Patuca, en el departamento de Olancho.
Además de enviar reos de máxima peligrosidad a los batallones.