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viernes, julio 18, 2025
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TLC a paso de tortuga: Cerrato enfría expectativas y deja a Honduras en espera de China

  • Ministro admite que “no está apresurado” en concretar el tratado

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Mientras Honduras sigue esperando los prometidos beneficios del nuevo acercamiento con China, el ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, ha dejado claro que la concreción del Tratado de Libre Comercio (TLC) no es una prioridad inmediata para el gobierno.

“No estoy apresurado”, declaró el funcionario este viernes, en medio del estancamiento de las negociaciones con la potencia asiática.

Las palabras del ministro contrastan con las expectativas generadas desde marzo de 2023, cuando Honduras rompió relaciones con Taiwán y se alineó oficialmente con Beijing.

Más de un año después, el acuerdo comercial clave continúa en la etapa de “análisis ambiental”, sin fecha definida para su finalización.

Presiones internas, pasividad externa

Cerrato reconoció que ha recibido más presión desde Honduras que de los propios negociadores chinos.

“Todo el mundo quiere echar carrera y presionar”, dijo, como si la urgencia de generar oportunidades económicas fuera un capricho y no una necesidad nacional.

Según el ministro, si no se alcanza un consenso técnico, se podría recurrir a una “discusión política”, aunque insistió en que su equipo tiene la capacidad de resolver sin la intervención de los presidentes.

Sin embargo, el ritmo lento y la falta de resultados evidencian una desconexión entre el discurso oficial y la realidad del país.

Un tratado sin hoja de ruta

Aunque Cerrato asegura que Honduras busca “ventajas” en el acuerdo debido a su debilidad frente a la economía china, no detalló qué sectores se pretende proteger ni cuál es la estrategia nacional.

Su argumento de que algunos tratados tardan hasta una década en concretarse suena más a excusa que a visión.

Peor aún, admitió que la negociación también debe considerar la “recomposición geopolítica liderada por Estados Unidos”, sin explicar cómo afecta esto el proceso con China, ni cuál es la postura soberana de Honduras frente a la disputa entre potencias.

Un giro sin aterrizaje

Cuando Honduras rompió relaciones con Taiwán y reconoció a la República Popular China como su único interlocutor legítimo, lo hizo con la promesa de atraer inversión, tecnología y cooperación. Sin embargo, el TLC, pieza clave de ese cambio, avanza con una lentitud desesperante y bajo una opacidad preocupante.

Hoy, en lugar de beneficios concretos, el país recibe declaraciones que minimizan la urgencia y trasladan la responsabilidad a la parte asiática.

Cerrato concluyó diciendo que el tratado se podría concretar solo “si China flexibiliza” y acepta la postura hondureña, como si Honduras tuviera el margen de maniobra para condicionar a una potencia económica global.

Más que cautela, lo que transmite el gobierno es indecisión y falta de dirección. El TLC con China no solo está “en análisis”, está en pausa, sin liderazgo ni cronograma. Mientras tanto, Honduras sigue esperando —sin garantías— que su gran salto diplomático no termine en un salto al vacío.

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