TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Honduras cerrará el año 2022, según la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con un crecimiento económico entre el 4% y 4.5%.
A criterio del economista Sergio Zepeda, dentro de los factores de incidencia figuran el dinamismo de algunos sectores. Entre ellos la intermediación financiera, el transporte, manufactura, entre otros.
“En el primer semestre y en el segundo semestre vimos que el crecimiento económico se vio impulsado. También, la autoridad monetaria ha venido interviniendo en la economía para mantener a flote el crecimiento allá de la inflación”, reveló.
En el caso del sector agropecuario, se estima que habrá una leve recuperación respecto de años anteriores.
Esto porque continúan latentes los efectos de la variabilidad climática.
A nivel general de precios, desde marzo hasta junio se registraron alzas continuas en los bienes y servicios esenciales para consumo e inversión.
Todo esto derivado de los efectos externos por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Asimismo, por las alteraciones en la cadena de suministros y el comercio internacional provocados por los nuevos brotes de la covid-19 en diferentes regiones del mundo.
Lo que generó el aumento de los precios internacionales del petróleo, gas natural y otras materias primas.
Inflación
Sergio Zepeda indicó que Honduras cierra el año 2022 con un 10.44% hasta posiblemente un 12% de inflación.
“Noviembre y diciembre son los meses más álgidos en cuanto a movimiento de consumos por parte de los hogares.
Esto principalmente por las compras navideñas, las fiestas y otros elementos que
hacen que los precios se disparen”, refirió.
Devaluación
Se espera que, al cierre de este año, la depreciación de la moneda nacional se,
aproximadamente de un 1.20%, (entre L0.27 a L0.30).
“La depreciación de la moneda no es tan fuerte, por el buen comportamiento que han tenido las reservas internacionales. Las que han sido impulsadas por las remesas familiares”. explicó Zepeda.
A esto se suman las diferentes políticas, principalmente en el marco de modernización de política cambiaria, lo que ha permitido que el tipo de cambio sea estable y no varíe tan fuerte dentro del panorama económico nacional.
Para el 2023, se proyecta que, a pesar de una inflación pronunciada, no se tengan problemas de devaluación tan pronunciados.
Remesas
Por su parte, Alejandro Kafatti, analista económico, señaló que el crecimiento de un 20% en las remesas en relación al año anterior, es una buena señal, porque son más de
$8 mil millones solo en remesas.
“Esto permite que se dinamice el consumo y el ahorro de las familias y además fortalece la balanza de pagos, por ende, el tipo de cambio y mantiene la estabilidad macroeconómica en el país”, asentó.
