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sábado, noviembre 23, 2024
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Uso excesivo de gas lacrimógeno causó estampida en Indonesia que dejó 174 muertos

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Funcionarios de la Comisión de Derechos Humanos, Komnas HAM, denunciaron siete violaciones de los derechos humanos en la tragedia del Estadio de Kanjuruhan que dejó un total de 174 muertos, entre ellos 38 menores de edad.

Los disparos con gas lacrimógeno por parte de la policía de Indonesia fueron el principal desencadenante de la estampida en el Estadio de Kanjuruhan que dejó a 174 muertos, entre ellos 38 menores, el pasado mes de octubre, declaró la comisión de derechos humanos del país en un informe sobre el incidente publicado este miércoles.

Funcionarios de la Comisión de Derechos Humanos, Komnas HAM, informaron que la mayoría de personas murieron por asfixia, la estampida que se produjo tras el partido entre el Arema FC y Persebaya Surabaya de la Liga de Indonesia. 

Las autoridades indonesias y la Asociación de Futbol de Indonesia (PSSI) enfrentaron críticas en las últimas semanas sobre por qué la policía disparó 45 rondas de gas lacrimógeno dentro del estadio, una medida de control de multitudes prohibida por FIFA.

Ahmad Taufan Damanik, presidente de Komnas HAM, afirmó.

“Tiene que haber una responsabilidad legal”.

La comisión de derechos humanos se hizo eco de conclusiones similares formuladas el mes pasado por un equipo gubernamental de investigación, que concluyó que múltiples factores, como el uso excesivo de gases lacrimógenos, las puertas cerradas, el exceso de capacidad del estadio y la falta de aplicación adecuada de procedimientos de seguridad, agravaron la aglomeración.

Los comisarios de la Komnas HAM especificaron siete violaciones de los derechos humanos en uno de los peores desastres en un estadio del mundo, entre ellas el uso excesivo de la fuerza y la violación de los derechos de los niños. Entre las víctimas mortales había 38 menores.

El organismo de derechos humanos concluyó que los organizadores habían favorecido los intereses comerciales sobre las normas de seguridad, a pesar de las advertencias de la policía de Malang de que el partido era de alto riesgo debido a la feroz rivalidad entre aficionados de los dos clubes.

Tras reunirse con el jefe de la FIFA, Gianni Infantino, en Yakarta el mes pasado, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, anunció que el Estadio de Kanjuruhan será demolido y reconstruido, y prometió que el deporte sería ‘transformado a fondo’ en la nación del sudeste asiático.

(Con información de Reuters) 

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