Los Gobiernos de Venezuela y Guyana acordaron este jueves, en una reunión encabezada por sus respectivos mandatarios en San Vicente y las Granadinas, no amenazarse ni utilizar la fuerza en circunstancia alguna, incluyendo las «derivadas de cualquier controversia existente entre ambos Estados», como la disputa por el Esequibo que elevó la tensión en las últimas semanas.
Según un comunicado conjunto, ambos países, que se disputan un territorio rico en recursos naturales de casi 160.000 kilómetros cuadrados, acordaron que «cualquier controversia» se resolverá «de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra» de 1966, instrumento que defiende Caracas y que establece la solución del conflicto por la vía del diálogo.
Tras una reunión entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo guyanés, Irfaan Ali, las partes se comprometieron a continuar con «el diálogo sobre cualquier otro asunto pendiente de importancia mutua» y a abstenerse, «ya sea de palabra o de hecho, de intensificar cualquier conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia».
Venezuela y Guyana cooperarán para evitar incidentes
En este sentido, «cooperarán para evitar incidentes sobre el terreno que conduzcan a tensiones» y, en caso de que se produzca un hecho de este tipo, «se comunicarán inmediatamente entre sí, con la Comunidad del Caribe (Caricom), con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y con el presidente de Brasil», Luiz Inácio Lula da Silva, para «contenerlo, revertirlo y evitar que se repita».
El mandatario brasileño y la Celac, con el apoyo de la Caricom y la ONU, propusieron a las partes en conflicto esta reunión, que se llevó a cabo cinco días después de la propuesta, con el objetivo de frenar la tensión y evitar acciones individuales.
Caracas y Georgetown acordaron también «establecer, inmediatamente, una comisión conjunta» con sus respectivos ministros de Exteriores y técnicos para «tratar los asuntos mutuamente acordados», y deberá presentar una actualización a Maduro y Ali «en un plazo de tres meses».
La controversia escaló luego de que Venezuela aprobara el 3 de diciembre en un referendo unilateral -que pretendía fuera vinculante- anexionarse la zona disputada, bajo control de Georgetown, y el Gobierno de Maduro ordenara el asentamiento de una división militar cerca del área en litigio, sin incursiones de momento, así como la modificación del mapa oficial venezolano, al que se anexó la Guayana Esequiba.
Con información de EFE.