Líderes de los 22 los países congregados en la Cumbre Iberoamericana buscarán desde este viernes en República Dominicana acuerdos sobre herramientas para abordar la difícil situación económica que dejó la pandemia de covid-19, agravada por la invasión rusa en Ucrania.
América Latina, que enfrenta un «difícil» 2023 según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apuesta a mejores opciones de financiamiento y apoyo para enfrentar una crisis alimentaria que afecta a casi la cuarta parte de su población.
Confirmaron su presencia 14 de los 22 jefes de Estado y de gobierno convocados a la cita en Santo Domingo, que será inaugurada a las 19H00 locales (23H00 GMT) y cerrará el sábado con una declaración conjunta.
Los cancilleres de los países representados sostuvieron este viernes una reunión previa para finiquitar el documento que suscribirán los jefes de Estado y gobierno.
Al margen del encuentro, el rey de España, Felipe VI, y el presidente chileno Gabriel Boric sostuvieron diálogos bilaterales con el mandatario anfitrión, Luis Abinader, en el Palacio Nacional. No hubo declaraciones.
La organización informó que destinaría espacios para otras reuniones bilaterales, aunque hasta el momento no se divulgó agenda.
La Cumbre Iberoamericana coincide además con la reunión de julio entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea, que se celebra el 17 y 18 de julio en Bélgica.
«La confluencia de dos cumbres este semestre demuestra el interés compartido en reactivar la ‘otra relación transatlántica'», escribió en una columna el jefe de la diplomacia europea, Joseph Borrell, participante de la cumbre.
«La competencia estratégica entre Estados Unidos y China, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el auge del llamado ‘Sur Global’ conducen al mundo hacia una multipolaridad desordenada e inestable», siguió. «No es una invitación al aislamiento, sino una oportunidad para reforzar nuestra cooperación».
«Latinoamérica y el Caribe son un socio fundamental».
– «Punto central» –
Un tema destacado será el acceso a financiamiento para países pobres.
«Es un punto central», declaró Rubén Silié, viceministro dominicano de Política Exterior Multilateral.
Los actuales «son financiamientos que no toman en consideración la situación de crisis que están viviendo nuestros países», explicó esta semana Silié en una rueda de prensa. «Con la sobrecarga que ha caído con la crisis sanitaria y posteriormente con la crisis en Europa, se van a necesitar condiciones de financiamiento totalmente nuevas».
El BID pronosticó un crecimiento de 1% para América Latina y el Caribe, inferior al 1,8% proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La región tiene además el costo más alto del mundo para una dieta saludable (3,89 dólares diarios por persona), inaccesible para 22,5% de su población, según Naciones Unidas.
Un encuentro empresarial iberoamericano cierra este viernes, antes de la cumbre, con un conversatorio de jefes de Estado y gobierno en el que participarán Abinader y los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso; Colombia, Gustavo Petro; Paraguay, Mario Abdo; y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Celso Juan Marranzini, presidente de la cámara empresarial de Dominicana, abogó por una «señal contundente» de trabajo conjunto del sector privado y el Estado por el «desarrollo de nuestros países» en la apertura del foro, el jueves.
– «Tensiones» –
Entre los ausentes en la cumbre destaca el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien no envió a su canciller, sino al subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes.
La decisión, estimó Mariano de Alba, analista internacional del Crisis Group, responde al mal momento de las relaciones entre España y México tras las denuncias de López Obrador contra firmas españolas en el país, a las que acusó de pagar en el pasado sobornos a cambio de contratos, con la complicidad de los gobiernos de ambos países.
De todos modos, «siempre han existido tensiones con España» en las cumbres iberoamericanos, indicó el experto, que citó el famoso «por qué no te callas» del rey Juan Carlos al entonces presidente venezolano Hugo Chávez en 2007.
Un tema candente, pero no protagonista de la cumbre es la migración, estimó De Alba, que cree será parte más bien de las bilaterales.
Se abordó en la de Boric y Abinader, apuntó el mandatario chileno. «Conversamos de lo clave de abordar la migración, combatir la corrupción y los desafíos del cambio climático. Además de los impactos de la invasión a Ucrania y los esfuerzos de paz», escribió en Twitter.