TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Honduras se convirtió en el segundo país más violento de América Latina en 2022, con 35.8 puntos, solo por debajo de Venezuela con 40.4 puntos, de acuerdo a los datos oficiales de cada uno de los países.
Así lo constató en las últimas horas, InSight Crime, una fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en América Latina y el Caribe, que proporciona informes periódicos, análisis e investigaciones sobre el tema y sobre los esfuerzos de los estados para combatirlo.
A continuación, parte del artículo publicado por el prestigioso medio digital:
Los países de América Latina y el Caribe continuaron registrando altas tasas de homicidios en 2022, a medida que la producción de cocaína alcanzó nuevos máximos, los grupos criminales continuaron fragmentándose y el flujo de armas en toda la región siguió creciendo.
En Ecuador, la situación fue verdaderamente catastrófica. Los niveles históricos de cocaína que ingresaron al país intensificaron la violencia, y los asesinatos se dispararon, en tanto que los ataques contra funcionarios judiciales y los asesinatos de policías por parte de las bandas criminales alcanzaron niveles récord.
La cocaína que ingresó al país durante el año provenía sobre todo de Colombia, donde el nuevo presidente, Gustavo Petro, ha prometido distanciarse de la guerra del país contra las drogas con el fin de apostarle a la “Paz Total” con los grupos guerrilleros y criminales del país. Sin embargo, hasta ahora los niveles de violencia permanecen estables.
En El Salvador, la ofensiva directa del gobierno contra las pandillas causó una drástica reducción en las tasas de homicidios, aunque presuntamente a costa de violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Y en Haití, una falta casi absoluta de capacidad política llevó a un aumento de la violencia, en tanto las pandillas paralizaron la capital del país, Puerto Príncipe.
El Caribe se convirtió en una zona crítica en cuanto a los asesinatos. La tasa de homicidios de Jamaica aumentó una vez más, dado que el tráfico de armas hacia la isla permitió que las pandillas se abastecieran de armas para cometer sus crímenes; por su parte, las Islas Turcas y Caicos se convirtieron en el país más violento per cápita de la región, dado que los asesinatos registraron un aumento de más del doble.
Este año, InSight Crime ha extendido el balance de homicidios, con el fin de incluir varios países y territorio del Caribe, muchos de los cuales experimentaron un fuerte aumento en los asesinatos en 2022. Si bien somos conscientes de que tanto sus poblaciones como sus cifras de homicidios son comparativamente más pequeños, los incluimos en este balance con el fin de mostrar que los patrones de violencia están afectando a toda la región.
Este año, InSight Crime ha extendido el balance de homicidios, con el fin de incluir varios países y territorio del Caribe, muchos de los cuales experimentaron un fuerte aumento en los asesinatos en 2022. Si bien somos conscientes de que tanto sus poblaciones como sus cifras de homicidios son comparativamente más pequeños, los incluimos en este balance con el fin de mostrar que los patrones de violencia están afectando a toda la región.
Honduras: 35.8 por 100.000 (pobl. 10.278.345)
En 2022, Honduras continuó ubicándose como el país más violento de Centroamérica, con una tasa de homicidios de 35.8 por 100.000 habitantes, según cifras del gobierno.
Sin embargo, el país redujo los homicidios en un 12.7 por ciento, en comparación con 2021. El gobierno no ha registrado un número tan bajo de muertes desde 2006, según un comunicado del Ministerio de Seguridad.
La presidenta Xiomara Castro generó grandes controversias hacia finales del año, tras implementar una ofensiva contra las pandillas que permitió el arresto de más de 652 presuntos pandilleros y el desmantelamiento de 38 pandillas.
Muchas de las muertes violentas en Honduras se atribuyen a bandas que se dedican al microtráfico y la extorsión. El sector del transporte de Honduras ha sido particularmente golpeado por la extorsión y la violencia concomitante, y al menos 60 trabajadores de dicho sector perdieron la vida en 2022. Si bien el estado de excepción promulgado por Castro va dirigido a las pandillas que llevan a cabo esquemas de extorsión, es muy pronto para determinar el impacto que dicha estrategia tendrá sobre la tasa de homicidios del país.