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sábado, julio 27, 2024
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Hunter Biden, declarado culpable de tres delitos por la compra y posesión ilegal de un revólver

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El jurado popular ha declarado a Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, culpable de los tres cargos de que se le acusaba en el juicio por la compra y posesión de un arma de fuego celebrado este mes en Wilmington (Delaware). Tras tres horas de deliberación, Hunter Biden ha sido declarado culpable de los tres delitos, penados con un máximo de 25 años de cárcel. La jueza tendrá que fijar la condena más adelante. El fallo supone un golpe para el presidente a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales en que aspira a la reelección. Nunca antes el hijo de un presidente se había sentado en el banquillo.

La sentencia contra Hunter Biden llega semanas después de que otro jurado popular, en este caso de Nueva York, declararse al expresidente Donald Trump culpable de 34 delitos por falsificar facturas, cheques y registros contables en relación con los pagos para silenciar su relación con la actriz de cine porno Stormy Daniels e influir así ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016. Biden dijo tras ese fallo que “nadie está por encima de la ley”. El fiscal del caso de Hunter Biden usó esas mismas palabras en su alegato final. Para la condena se requería unanimidad de los 12 miembros del jurado.

El presidente ha reafirmado tras el fallo que respetará el desenlace judicial al tiempo que ha mostrado su amor y apoyo a su hijo.

El hijo del ahora presidente compró un revolver Colt Cobra el 12 de octubre de 2018 en el StarQuest Shooters & Survival Supply, una tienda de armas de fuego junto a la carretera 202, al norte de Wilmington (Delaware). Rellenó un formulario en el que negó ser consumidor ilegal o adicto a cualquier estimulante, droga narcótica o cualquier otra sustancia controlada. El fiscal se esmeró en el juicio en tratar de demostrar que sí lo era. Luego mantuvo esa arma en su poder durante 11 días, hasta que su pareja de entonces, la viuda de su hermano Beau, la tiró a un contenedor, donde la encontró alguien que buscaba entre la basura.

Hunter Biden ha sido declarado culpable de tres delitos: declaración falsa al comprar un arma de fuego; declaración falsa en los documentos a mantener en los archivos del vendedor del arma y posesión ilegal de un arma de fuego. Las penas máximas que les corresponden son de hasta 10 años por el primer delito, 5 por el segundo y otros 10, por el tercero, junto a multas de hasta 250.000 dólares por cada uno de ellos y hasta tres años de libertad vigilada.

Para alguien sin antecedentes, rehabilitado y cuando la compra y posesión ilegal del arma no está acompañada por ningún otro delito violento, no son frecuentes las penas de cárcel. De hecho, ni siquiera es habitual que se persiga un delito aislado como este. La jueza no ha fijado una fecha para dictar sentencia, aunque ha señalado que lo normal es que su decisión llegue en un plazo de cuatro meses. La condena a Hunter Biden se podría conocer en la recta final de la campaña de las presidenciales del 5 de noviembre.

El acusado admitió inicialmente la compra y posesión ilegal del arma como parte de un pacto con la Fiscalía para ser condenado con penas menores por dos delitos fiscales. La Fiscalía renunciaba a perseguir la compra de la pistola a cambio de que se mantuviera alejado de las drogas durante dos años y de que renunciara a tener un arma de fuego en el futuro. El acuerdo, sin embargo, descarriló en el momento en que iba a ser refrendado. La jueza Maryellen Noreika, nombrada por Trump, lo rechazó ante la diferente interpretación del pacto enytre la acusación y la defensa y las presiones de los republicanos. Tras ello, se declaró no culpable. En paralelo, y aunque regularizó los pagos pendientes, el hijo del presidente está imputado desde diciembre por nueve presuntos delitos fiscales ante los tribunales de California. Ese segundo juicio está agendado para septiembre.

En los alegatos finales del lunes del caso del revólver, el fiscal dijo a los miembros del jurado que se centraran en las “abrumadoras” pruebas contra Hunter Biden y que no prestaran atención a los miembros de la familia del presidente sentados en la sala, incluida la primera dama, Jill Biden, según recoge Associated Press. “Todo esto no son pruebas”, dijo Wise, extendiendo la mano e indicando al jurado que mirara a la sala. “Las personas sentadas en la sala no son pruebas”.

El abogado defensor Abbe Lowell sostuvo que los fiscales no habían podido probar sus acusaciones. Dijo a los miembros del jurado que el hecho de que su cliente tenga un apellido famoso no cambiaba el hecho de que se le presumía inocente —como a cualquier otro acusado— hasta que se demostrase su culpabilidad. “Con mi último aliento en este caso, pido el único veredicto que obligará a los fiscales a cumplir lo que la ley les exige”: un veredicto de inocencia, dijo Lowell, que no logró convencer a los miembros del jurado.

La primera dama, el hermano del presidente, James, y otros familiares se sentaron en la primera fila de la sala en la última sesión del juicio. Joe Biden dijo la semana pasada que aceptaría el veredicto del jurado y descartó un indulto presidencial para su hijo.

Tanto los cargos por la compra y posesión del revólver como los presuntos delitos fiscales atañen solo a Hunter Biden. Los republicanos se han pasado años tratando sin éxito de encontrar vínculos que demuestren que Joe Biden se beneficiaba de los negocios de su hijo, de que cobraba comisiones y de otras irregularidades. Su acoso al presidente ―a través de requerimientos e interrogatorios de supuestos testigos y la apertura de una investigación para un posible impeachment con la que seguir erosionándole― ha llegado a un callejón sin salida al no haber encontrado prueba alguna contra el presidente Biden.

Buena parte de las acusaciones se centraban en el testimonio de un confidente que decía que Joe Biden había cobrado una comisión de cinco millones de dólares de Ucrania. Luego se demostró que era todo una invención de una persona con lazos con la inteligencia rusa y el confidente en el que los republicanos habían creído ciegamente está siendo procesado por falso testimonio.

Biden: “Soy el presidente, pero también soy padre”

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado este martes tras conocer el fallo del jurado que respetará el desenlace del caso: «Como dije la semana pasada, soy el presidente, pero también soy padre. Jill y yo amamos a nuestro hijo, y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy», ha afirmado en un comunicado.
«Tantas familias que han tenido a seres queridos luchando contra la adicción comprenden el sentimiento de orgullo de ver a un ser querido salir del otro lado y ser tan fuerte y resistente en su recuperación. Como también dije la semana pasada, aceptaré el resultado de este caso y seguiré respetando el proceso judicial mientras Hunter estudia una apelación», añade el presidente, que
concluye: «Jill y yo siempre estaremos ahí para Hunter y el resto de nuestra familia con amor y apoyo. Nada cambiará eso jamás».

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